miércoles, 17 de febrero de 2010

LA BELLEZA DE UN CUERPO DESNUDO



Es muy probable que la mayoría de nosotros hayamos visto alguna vez fotografías o videos de corte erótico, situación ante la que seguramente más de uno se reprimió las sensaciones experimentadas. Esto es solo una muestra de la cultura en la que nos desarrollamos, una sociedad con fuerte influencia de creencias religiosas que hacen parecer a sus integrantes como seres asexuados e insensibles, que castiga el deseo y el placer.

Sin embargo, la sensualidad que es la permisión de disfrutar las sensaciones a través de nuestros sentidos, es casi un concepto nulo en la vida de muchos, o al menos eso hacen parecer.

Recuerdo haber visitado ya hace algunos años una exposición de arte erótico, que paso por mi vida como una nube más en el cielo. Ahora encuentro una especial atracción por las fotografías de desnudos artísticos en donde el autor muestra la belleza de un cuerpo que no es la misma para todos (Para quienes no conocen el proyecto “la escritura y el deseo de” de Alejandro Zenker, les recomiendo visitar la página web www.laescriturayeldeseo.com).

Y es que gracias a los medios masivos de comunicación y a la mercadotecnia, nos hemos generado la idea de lo que es o debe ser bello, pero: ¿que hay de la realidad?

Basta con salir a la calle y abrir muy bien los ojos para observar atentamente a todos los seres humanos que nos encontramos, en cuyos cuerpos encontraremos atractivos desde cabellos, dedos, uñas, orejas, ojos, cuello, espalda, senos, muslos, rodillas o composiciones perfectas.

Retomando el tema de mi gusto por las fotografías de desnudos artísticos, es porque logran captar la belleza y sensualidad de sus modelos, que orgullosamente en muchos casos son hombres y mujeres adultos, con cicatrices y lunares, de complexión tan variada como sus facciones y cuya sensualidad la atribuyo que se aceptan tal cual.

Actualmente existen campañas publicitarias de marcas como “dove” que promueve la belleza natural de las mujeres, e indiscutiblemente causa un breve shock encontrar entre las páginas de una revista en donde predominan las curvilíneas chicas de 1.70 de estatura que pesan 50 kilogramos, a una mujer adulta que muestra en su cuerpo desnudo los rastros de la edad.

Hace poco me encontré también con un par de imágenes de V Magazine tituladas “Curves ahead” en cuyas ilustraciones aparecen cuatro mujeres con cuerpos voluptuosos que no por eso son menos bellas.

Creo que deberíamos permitirnos reconocer en nosotros y en los demás la belleza, dejarnos sentir y quizá podríamos convertirnos en seres humanos más felices, eso sí, siempre respetándonos y respetando al otro. Y en cuanto a las formas naturales del cuerpo humano, son atractivas por naturaleza, aunque el ejercicio y la sana alimentación son esenciales para el buen funcionamiento de cualquier persona, no olvidemos los casos de muertes por trastornos alimenticios o cirugías en pos de la belleza.

sábado, 13 de febrero de 2010

El conflicto de la religión.


Existen muchas religiones alrededor del mundo, algunas más antiguas ó rígidas que otras, pero casi todas basadas en la filosofía del sano desarrollo de la humanidad a través de la enseñanza de valores como el amor, paz, tolerancia y respeto entre otros.


En México la mayor parte de su población predica la religión católica, según el censo del año 2000 un porcentaje del 87.9% de habitantes se consideraban parte de ella.


Nací y crecí en un ambiente netamente católico, fui bautizada, asistí al catecismo, hice la primera comunión y confirmación, y confieso con tristeza que nunca me atreví a cuestionar la razón de dichas acciones.


Hace apenas 500 años que existe en el territorio que hoy ocupa nuestro país un Dios como el que define la iglesia católica; Jesús, la virgen María y el Diablo ni siquiera figuraban en la parte más remota de las mentes de los naturales. Por ello defino la situación como confusa desde ese periodo en que la forma de vida fue drásticamente desviada.


Los abusos que se cometieron desde la llegada de los españoles a nuestro territorio han sido muchos, como la destrucción de los templos prehispánicos para construir nuevos templos católicos y el cobro por concepto de uso de los panteones a los indios. Las luchas por el control de la región eran intensas, dirigidas obviamente por el clérigo, cuyos miembros encontraron en estas tierras un tesoro con los recursos naturales y la mano de obra adjudicada.


Por otra parte encuentro fascinantes las creaciones artísticas que se originaron desde esa época, el tequitqui, con la mezcla de técnicas e ideas tan distintas. Solo basta echar un vistazo en los miles de templos católicos que datan de la época de la colonia para encontrar muestras de ello.


Sin embargo, considero que actualmente la iglesia católica sigue violentando el derecho de muchas personas, como la invitación que hizo uno de los sacerdotes de una iglesia que frecuentaba, quien dijo que – la iglesia no iba a descansar hasta haber evangelizado a todos los pueblos del mundo -, quizá este hombre no ha entendido que el respeto a la libertad es fundamental para la sana convivencia entre hombres y culturas. Que triste sería encontrarnos con más luchas sangrientas por la toma del control de vidas ajenas.


Entiendo que para algunas de las muchas autoridades que tiene la iglesia, así como algunos feligreses, sea muy sencillo usar la religión como arma para abusar sexualmente, humillar, explotar, golpear, robar y hasta causar la muerte a otro. Creo que la solución no es erradicar la religión católica, pues estoy segura de que existen seres humanos comprometidos con los valores que predican, pero no estaría nada mal si cada uno de nosotros pusiera de su parte respetando la vida de los demás.


Cuestionar aquello que no entendemos o no nos queda claro, es totalmente aceptable y natural, además de productivo, pues de esa manera tomamos o dejamos creencias y comportamientos que de no hacerlo así nos hacen ser personas incoherentes.


Con frecuencia elaboro preguntas a católicos cercanos a mi, cuyas respuestas no pueden fundamentar, allí me doy cuenta del problema que enfrentamos como sociedad y que dan pie a la creación de conflictos políticos y económicos al favorecer el abuso debido a la patología que desarrollamos desde niños al no cuestionar y defender puntos de vista.


Lo que pareciera para muchos una simple creencia, se convierte en un problema social, pues ideas como: “de los pobres es el reino de Dios”, “unidos hasta que la muerte nos separe”, “cargar con la cruz”, “obediencia”, “penitencia” y más, representan para muchos una forma de vida.


Afortunadamente he logrado seguirme relacionando con la misma gente, aunque algunas veces su falta de comprensión los lleva a irritarse o incomodarse al escuchar mi opinión, pero con gran orgullo puedo decir que en ese aspecto me he quitado de ataduras que me hacen ser una mujer feliz.


Actualmente y desde hace algunos años, no siento necesidad alguna de escuchar un sermón en la iglesia, no comulgo, no me confieso y muchas otras cosas que regularmente hacía, y me considero un ser humano que lucha por una vida mejor.


A manera de conclusión comparto con ustedes que en más de una ocasión me han dicho que me voy a ir al infierno, pero con alegría les respondo que no creo en ese lugar.

viernes, 12 de febrero de 2010

INICIO


Este espacio, destinado a la expresión, me resulta un medio para hacer valer un derecho que nos corresponde por naturaleza a todos los miembros de la sociedad. Si bien la libertad es un término que ocupa mucha tinta en nuestra constitución política, en tratados y acuerdos de carácter mundial, no ha podido ser ejercida por todos.


Durante veinticinco años de vida, he tenido la oportunidad de desempeñar distintos roles, también me he desenvuelto en ámbitos tan diferentes y enriquecedores que han aportado a mi experiencia las herramientas suficientes para poder realizar este tipo de análisis, críticas, observaciones, puntos de vista y cuestionamientos acerca de temas que considero importantes para el sano desarrollo de los seres que compartimos la misma atmósfera y que nos afectan en lo individual y en lo colectivo, no solo como mexicanos sino como habitantes del mismo planeta.


Como entenderán, intento hacer de este sitio, una zona en donde se practica la libertad de expresión, mía y de todos aquellos que así lo decidan. De manera que acepto y respeto el estar o no de acuerdo con mi opinión, asimismo agradeceré sus réplicas o comentarios para enriquecer lo aquí expuesto.


Gracias por visitar y por ser parte de la transformación.


Maya