Me parece que Dios fue creado a imagen y semejanza del hombre, con el propósito implícito de justificar el gran poder humano, ese que actualmente destruye pueblos y encarcela inocentes.
En Dios, se encuentra el pretexto de un crimen o el premio de un acto correcto, crea vidas o las arrebata, incluso dicta códigos de comportamiento que garantizan el control de las sociedades.
¿Quién más que el hombre hubiese podido dividir la tierra y crear naciones? Ese acto monumental de establecer fronteras, idiomas y religiones, son meramente terrenales.
Finalmente, sin importar color, edad ó sexo, todos somos carne y mente, hombres y mujeres con posibilidades de elegir, entre continuar estableciéndonos límites ó permitirnos el placer de la libertad.
No hay Dios ni Diablo,
Solo seres humanos temerosos de su poder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario